10.7.11

Las dos caras de la lluvia que hizo renacer el Río Copiapó

Hace algunos meses la Agrupación Cultural Atacama 59 realizó su campaña "Río Copiapó: Memoria Histórica en Imágenes", a través de la cual se logró situar en el tapete de la discusión pública el tema de la escasez hídrica en la cuenca de nuestro más importante río. Y es que el Río Copiapó se presenta "ausente" desde hace unos 14 años (desde los recordados temporales de 1997), y las más nuevas generaciones de la región ni siquiera lo recuerdan con agua. De ahí el impacto que ha tenido la campaña, pues a través de diversas imágenes (fotografías de archivos privados esencialemente) ha contribuido a la noble tarea de rememorar nuestro río. Y no sólo eso, pues ha crecido una preocupación y dedicación por cuidar y preservar el lecho seco del río, siempre con la esperanza que vuelva a correr agua. 

El pasado 9 de julio los copiapinos fueron testigos del "milagro" que tanto esperabamos: en Copiapó cayeron 29,9 mm de agua, que hicieron literalmente renacer al río. Esa cantidad de agua caída, para una ciudad del norte del país, es algo verdaderamente increíble. Por esa razón que ese mismo día y al siguiente, un gran número de curiosos (familias enteras) fueron a ver con entusiasmo cómo el mito se hacía realidad; y como ya es común en nuestra sociedad actual, con sus cámaras fueron a registrar lo sucedido. Rápidamente pudimos ver cómo Facebook se llenaba de fotografías que, tomadas desde diversos puntos del lecho del río, documentaban este acontecimiento. 

Sin embargo, el informe final entregado por las autoridades competentes nos muestra la otra cara de los hechos. Este informe habla de 10.671 damnificados en toda la región de Atacama, de los cuales 9.155 son de la Provincia de Copiapó. Esta situación obligó a los servicios de gobierno a estar alertas toda la noche, ayudando a los afectados y entregando un gran stock de emergencia. Además, algunos caminos se cortaron, como el caso de la quebrada de Puquios y Paipote (Camino Internacional), aunque rápidamente personal de vialidad habilitó el tránsito. Además, el Paso San Francisco quedó inhabilitado por la nieve.

Esta situación evidencia una clara carencia en la seguridad de los hogares más vulnerables de nuestra región. Ya la prensa de Antofagasta, Tocopillla y Calama indicaron que esta lluvia ha desnudado la pobreza en la que se encuentran las ciudades del norte. Lo cierto es que las regiones que producen mayor cantidad de dólares en el país y le dan la mayor parte de la riqueza a Chile (y a las multinacionales) acusan una grave situación de precariedad, que nos hacen caer en cuenta el retraso y la poca preocupación por el ciudadano de a pie. Sí, Chile ha alcanzado un notable desarrollo económico, pero éste parece haber beneficiado a los grandes empresarios y no a la base de la sociedad, que sigue siendo afectada por catástrofes naturales igual que hace décadas. Ya lo hemos visto con el terremoto del año pasado: los más pobres son los que más sufren. 

Así es, el "milagro" del agua en nuestro Río Copiapó es algo notable, pero urge preocuparnos de la seguridad y la prevención de nuestra población más vulnerable, para que podamos todos juntos disfrutar de la lluvia y alegrarnos por ver renacer nuestro río, y que no tengamos que lamentar el acostumbrado conteo de damnificados.

[Fotografía de Francisco Astudillo, Atacama 59]


"Estamos atentos a lo que está sucediendo"
PRISMA

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